Esperamos que estéis preparados para las navidades y ese loco ajetreo, si sóis padres recientes estaréis disfrutando del bebé, pero siempre tenemos dudas de si crecen como deben, por eso en el blog de la cestita del bebé vamos a dejar unos tips.
¿Crees que tu bebé es más bajo de lo habitual? ¿Te preocupa que no crezca adecuadamente? Aprenda todo lo que necesita saber sobre los retrasos en el desarrollo de los niños con esta guía completa.
Cada niño o niña crece y se desarrolla a su propio ritmo. La altura de una persona está determinada por factores genéticos, pero también influyen otros factores ambientales, como una dieta adecuada y ejercicio para el desarrollo de músculos y huesos.
Sin embargo, a determinadas edades se monitorea el crecimiento de los niños para determinar si gradualmente están alcanzando los hitos de desarrollo físico necesarios para completar el proceso hasta convertirse en adultos. Los expertos utilizan las llamadas tablas de crecimiento para determinar las medidas promedio según el sexo, la edad y la altura genéticamente predicha. Te contamos por qué algunos niños pueden experimentar retraso en el crecimiento porque no se respetan estas restricciones y qué hacer en tales casos.
¿Qué es el retraso en el desarrollo?
Todo niño y niña debe someterse a varios controles periódicos desde su nacimiento para controlar su salud y desarrollo. Esto es muy importante en los primeros 5 años de vida, ya que en esta etapa se pueden identificar y corregir muchos problemas que han surgido desde la infancia.
La fecha aproximada para estos exámenes es entre la 2ª y 4ª semana después del nacimiento, cuando el niño tiene 2 años y medio, y luego cada año hasta los 5 años. Tu pediatra o especialista te indicará cuándo consultar en función de las necesidades de cada niño.
Aunque los padres no seamos conscientes de ello, el retraso en el crecimiento se puede detectar desde la primera consulta sobre la salud del bebé. Se considera crecimiento insuficiente o patológicamente lento del peso o talla en niños menores de 5 años.
Si un bebé o un niño pequeño no pesa ni mide lo suficiente para su edad, debemos tomarlo como una señal de que algo anda mal. En base a esto, se necesitan otras pruebas adecuadas para saber cómo hacerlo correctamente.
Síntomas de crecimiento y desarrollo deficientes
¿Cómo saben los padres que su bebé tiene un retraso en el desarrollo? Es difícil decirlo porque no hay síntomas específicos. Normalmente, la enfermedad se descubre en la consulta del pediatra cuando se toman las medidas adecuadas.
Sin embargo, si nota algo extraño o diferente de lo que cree que es normal, es una buena idea consultar a un médico para obtener un diagnóstico.
Entre los síntomas más comunes del retraso del crecimiento podemos destacar:
- Más pequeño que el peso y/o altura normal
- Una fatiga constante
- Está irritable
- Somnolencia diurna excesiva
- El niño no emite ningún sonido.
- Retraso en el desarrollo motor.
- Dificultades de aprendizaje
- Capacidad de respuesta social inadecuada al interactuar con otros
Debemos destacar que estos síntomas corresponden a los que pueden presentarse en el caso de otros problemas médicos. Antes de conocer un diagnóstico definitivo, un equipo profesional debe realizar pruebas para determinar la causa y las mejores opciones de tratamiento.
¿Cuáles son las causas del retraso del crecimiento?
El retraso en la maduración y el crecimiento puede deberse a varias razones. Si un niño o una niña la padece desde la infancia suele deberse a deficiencias nutricionales, que pueden deberse a diversos motivos.
Durante la infancia y la adolescencia los niños necesitan mantener una dieta sana, equilibrada y rica en todos los nutrientes necesarios para su pleno desarrollo. Sin embargo, en algunos casos esto no es posible por varios motivos:
Carencia o falta de calorias
Cuando un bebé o un niño no recibe suficiente energía, el crecimiento se retrasa significativamente. Ya sea porque el niño no está comiendo suficiente comida, o porque la elección de los alimentos no es la más adecuada, se producirá un déficit calórico.
La situación más común es que las familias no cuentan con suficientes recursos económicos, no logran elegir la fórmula más adecuada para cada etapa, o incluso los padres no cubren las necesidades de sus hijos cuando tienen hambre.
Los malos hábitos alimenticios
También es importante asegurarse de que la dieta de su hijo satisfaga sus necesidades de todos los nutrientes, no sólo de calorías. Es normal que los niños renuncien a algunos alimentos que no les gustan, pero también es responsabilidad de los padres buscar alternativas para equilibrar al máximo su dieta.
Cabe destacar que algunos niños presentan otros problemas que les impiden alimentarse bien, como paladar hendido, autismo, parálisis cerebral, etc. Alimentar a los niños es difícil para estas familias y, sin las herramientas adecuadas, el riesgo de desnutrición es alto.
Causa de problemas digestivos
Cuando los padres no somos conscientes de los problemas digestivos, se ignoran otros problemas de desarrollo de nuestros hijos. El reflujo, la diarrea crónica y la enfermedad celíaca son sólo algunos ejemplos de afecciones gastrointestinales en los niños.
Las membranas mucosas del sistema digestivo no pueden absorber los nutrientes y la mayoría de ellos se pierden. A los niños les cuesta más ganar peso y necesitan un tratamiento adecuado para combatir la pérdida de peso y prevenir la desnutrición.
Sufrir intolerancia alimentaria
Además de la enfermedad celíaca, muchos padres ignoran otras intolerancias alimentarias (como la proteína de la leche o la lactosa). Suelen estar presentes desde el nacimiento y deben detectarse y tratarse lo antes posible.
La intolerancia puede causar daños intestinales graves, inhibir la absorción de nutrientes y provocar retraso en el crecimiento. El tratamiento es sencillo, pero debe aplicarse de inmediato: cambiar la dieta del bebé y sustituir el alimento que causa la intolerancia por un alimento similar.
Tener una infección o enfermedad
También cabe destacar otros problemas como las enfermedades de larga duración, la atención médica de los niños, los trastornos metabólicos y los procesos infecciosos que enfrentan los niños, que pueden afectar negativamente su capacidad de crecer y desarrollarse.
Los niños que experimentan estos episodios y requieren hospitalización suelen tener una ingesta calórica mayor que otros niños de su edad y no siempre comen lo suficiente.
El apoyo nutricional es necesario para la total recuperación y control de los defectos de crecimiento habituales en estos casos.
Tratamiento del retraso del crecimiento y desarrollo en niños
El tratamiento del retraso del crecimiento en los niños dependerá de la causa de la afección. Un paso muy importante es incluir suficientes calorías y nutrientes que tu hijo necesita en cada etapa para asegurar su crecimiento.
Con un equipo interdisciplinario de nutricionistas, terapeutas, logopedas, especialistas psiquiátricos y un gastroenterólogo o neurólogo adecuado, se pueden lograr grandes avances en el desarrollo de un niño pequeño.
Si quieres más información sobre este tipo de tratamiento, consulta directamente con tu pediatra y sigue sus consejos. Antes de recurrir a un tratamiento extremo, tienes muchas otras opciones para favorecer de forma natural el desarrollo de tu hijo. Cada caso siempre debe ser revisado por un endocrinólogo pediátrico para comprender cuál es la mejor manera de prevenir el retraso del crecimiento en un bebé o un niño mayor.