Siempre nos gusta jugar y hacer actividades independientemente del tiempo exterior, pero hay una cosa muy molesta y es el sangrado nasal. En esta ocasión desde el blog de LaCestitadelBebe vamos a ver porque es más común en los peques.
Uno de los mayores temores de las madres y los padres es que nuestros hijos resulten heridos. Cuando vemos sangre saltan todas las alarmas y nuestro primer pensamiento es ir corriendo al médico.
¿Pero es necesario acudir a urgencias si el niño tiene una hemorragia nasal? ¿Cuándo debes consultar a un médico? De hecho, las hemorragias nasales y los sangrados en los niños son muy comunes. Los niños pueden sangrar por acciones simples como hurgarse la nariz o golpearse la cara. Generalmente no son más que unas pocas gotas.
Sin embargo, las hemorragias nasales tienen muchas causas y, en este caso, se consideran peligrosas. Los niños afrontan la situación de forma diferente a los adultos porque no saben cómo explicar lo que está pasando o por qué les sangra la nariz.
Para abordar inquietudes comunes, hemos creado una guía completa de salud y cuidado para padres. Utilice los síntomas para saber por qué su hijo tiene una hemorragia nasal, cómo detener una hemorragia nasal, cómo evitar una hemorragia nasal y cuándo preocuparse. ¡No te sorprendas si esto te sucede!
¿Por qué a los niños les sangra la nariz?
Hay muchas razones por las que los niños pueden experimentar hemorragias nasales. En la mayoría de los casos no son graves y se producen por un simple golpe o daño capilar. Sin embargo, es necesario ir a la raíz para saber qué hacer.
Si quieres conocer las causas más comunes de hemorragias nasales en niños, debes considerar las siguientes causas:
Por clima seco
La baja humedad o la presencia de gases o irritantes pueden provocar sangrado. Esto se debe a que las membranas mucosas de la nariz se secan y dañan, provocando la rotura de los capilares.
Por el frío
La nariz de los niños se irrita con los resfriados, que suavizan las membranas mucosas. Sonarse la nariz con frecuencia puede causar daños internos más fácilmente, lo que eventualmente puede provocar hemorragias menores y úlceras.
Tener alergia
Las alergias son comunes en bebés y niños pequeños, y esta es otra razón por la que pueden experimentar hemorragias nasales. El uso de antihistamínicos y otros medicamentos para la alergia a menudo reseca la mucosa nasal y aumenta el riesgo de hemorragia.
Traumas
Por último, cabe destacar las lesiones en la nariz o la cara, como heridas, golpes, rasguños, etc. Por ejemplo, si un niño recibe un golpe en la cara, si se mete los dedos en la nariz o en algún objeto, o se toca mientras duerme, puede hacerse daño sin saberlo.
Tipos de hemorragias nasales
En general, las hemorragias nasales se pueden dividir en dos tipos:
Epistaxis anterior
Causado por una ruptura o daño a los microvasos sanguíneos en la parte frontal de la nariz llamados plexo de Kisselbach. Estos pequeños vasos sanguíneos y la piel que los recubre son muy frágiles.
Sangrado posnasal
Son menos comunes, pero más notorios en los niños. El sangrado puede ocurrir en la parte posterior de la nariz debido a un traumatismo o aumento de presión.
Cómo detener una hemorragia nasal
Es normal que todos entren en pánico cuando un niño tiene una hemorragia nasal. En momentos como estos es importante mantener la calma y actuar en consecuencia. No te preocupes, las hemorragias nasales son perceptibles pero no graves.
Todo lo que tienes que hacer es hacer que tu hijo se pare o se siente en lugar de acostarse. Haga que se incline ligeramente hacia adelante y permanezca en una posición que le resulte cómoda.
Cierre ambas fosas nasales con el dedo índice y el pulgar, presionando la punta de la parte blanda de la nariz. Mantenlo así durante unos 10 minutos. Si el niño es mayor, puede hacerlo solo. Asegúrese de taparse la nariz durante al menos 10 minutos para que la herida tenga tiempo de sanar.
Luego retire los dedos y compruebe el estado de la nariz. ¿Se ha detenido por completo el sangrado? Repita durante aproximadamente 10 minutos más y continúe soltando. La presión debe ser suave pero firme.
Nunca acueste al niño ni incline su cabeza hacia atrás, ya que puede aspirar sangre al respirar. Tampoco se recomienda introducir pañuelos o gasas en la nariz. Un apretón de manos es suficiente.
Cuándo buscar atención médica
Si hay sangre en la nariz, una ligera presión es suficiente para detener el sangrado. Sin embargo, existen algunos casos más graves en los que necesitamos acudir al médico para una intervención pediátrica:
Si le aprietas la nariz a tu hijo durante 10 minutos, aún así sangrará profusamente. Si ha perdido demasiada sangre.
Si sangra por la nariz y la boca o si tiene sangre. Cuando el niño está muy pálido, mareado, sudoroso o se desmaya.
Si el niño presenta sangrados frecuentes y difíciles de controlar. Además, si lo has probado todo y aún no sabes cómo detener una hemorragia nasal, no dudes en acudir inmediatamente a urgencias. Es mejor pecar de cauteloso que correr el riesgo de una pérdida grave de sangre para el bebé.
Prevención de epistaxis en niños
Si le preocupa el sangrado o le preocupa que la nariz de su hijo sangre mucho, existen algunos consejos sencillos que puede seguir para reducir el sangrado.
No olvides cortarle las uñas, porque a menudo se rasca incluso mientras duerme. También trate de evitar condiciones muy secas y use un humidificador en su hogar y habitaciones por la noche.
También puedes mantener tu nariz hidratada usando un suero o solución salina y limpiándola con frecuencia. Haga que use equipo de protección adecuado si practica deportes que impliquen riesgo de lesiones faciales.
Si el sangrado aún no cesa, consulta con tu pediatra. No hay necesidad de entrar en pánico cuando los niños sangran, pero si los niños tienen hemorragias nasales más de una vez por semana, deben ser llevados al médico.
El médico determinará si se trata de una alergia, una forma de deformidad nasal o un trastorno hemorrágico. La implicación de un otorrinolaringólogo es fundamental para determinar qué tratamiento se debe dar para evitar que esta afección se convierta en un problema cotidiano.
Esperamos que disfutéis a tope con vuestros peques y no les sangre la nariz! Nos despedimos hasta la próxima ocasión! Chao!