Ayudando a los niños a superar traumas 

Esperamos que lo estéis pasando genial este verano, que poco a poco va tocando a su fin y empezamos a entrever el comienzo del nuevo curso y vuelta a la rutina. En esta ocasión desde el blog de LaCestitadelBebe vamos a tratar como ayudar a dejar atrás traumas de la infancia. 

¿Quiere aprender cómo ayudar a un niño pequeño o a un joven a superar un trauma infantil? Hay algunos tips y consejos que puedes poner en práctica para brindarles el mejor apoyo en esta difícil situación. Siendo responsables del bienestar de los niños, los adultos intentan protegerlos evitando que vivan situaciones desagradables.

Sin embargo, algunas lesiones no se pueden evitar por completo. Para algunos no tiene ningún efecto, pero para otros puede ser un recuerdo para toda la vida.  

Afortunadamente, las lesiones se pueden curar y cada vez tenemos más herramientas disponibles para hacerlo. Ya sea que estos traumas sean causados por los padres, situaciones estresantes, escuelas, miembros de la familia o eventos específicos, se puede utilizar el tratamiento para buscar una mejora.  

Aprenda cómo ayudar eficazmente a niños que han sido abusados o que han experimentado un evento traumático a superar sus dificultades. Por supuesto, los recuerdos durarán para siempre, pero con paciencia y trabajo duro, puedes recuperarte del abuso infantil y ayudar a tu pequeño a superar el trauma. 

¿Qué es un trauma?  

El trauma es una herida profunda en la memoria de una persona provocada por circunstancias muy diferentes. El trauma infantil es el más común porque es su etapa menos vulnerable. Sin embargo, puede suceder en cualquier momento de la vida.  

El trauma infantil ocurre cuando experimentas miedo o peligro intenso cuando eres niño. Algunos ejemplos de situaciones que suelen afectar a niños y jóvenes son la violencia, la violencia doméstica, el suicidio o la muerte de un ser querido u otros momentos estresantes.  

Pero no siempre tienen por qué ser acontecimientos tan dolorosos. En algunos niños, encontramos heridas profundas por la separación de los padres, el desplazamiento o incluso el acoso infantil. 

Tipos de trauma infantil 

En general, debemos considerar la clasificación de los diferentes tipos de trauma infantil. Los más comunes son: 

  • Negligencia adulta 
  • Separación 
  • Violencia 
  • Accidente o situación estresante 
  • Desastres naturales o guerra 

Las lesiones provocadas por los padres son las más comunes, aunque no son intencionadas. Pero no son los únicos. Las situaciones traumáticas también existen fuera de la familia y los niños pueden ser aún más vulnerables si no están protegidos por sus seres queridos. 

Signos de trauma en niños y adolescentes 

El trauma infantil tiene varios síntomas que son comunes tanto a niños como a niñas. ¿Se pregunta si su hijo ha sufrido una lesión? Esté atento a estos síntomas: 

  • Pesadillas
  • Dificultad para conciliar el sueño 
  • El regreso de los bebés y los niños pequeños 
  • Incertidumbre constante 
  • Irritabilidad y cambios de humor. 
  • Sentirse nervioso con la gente 
  • Mantén tu distancia 
  • Bajo nivel de concentración 
  • Problemas para dormir o comer 
  • Problemas de conducta 
  • Discapacidad: no poder asistir a la escuela, reunirse con amigos, participar en actividades familiares, etc.  
  • Consumo de alcohol y drogas en adolescentes 

Todos estos signos son suficientes para hacer sospechar que algo anda mal y que el niño está siendo afectado. Si nota que algún niño a su alrededor está traumatizado o traumatizado, es hora de actuar. 

Estrategias para afrontar el trauma infantil 

¿Qué pueden hacer los adultos para ayudar a los niños a superar el trauma? Incluso si aún no tienen las habilidades o las herramientas adecuadas, los adultos responsables pueden interceder en su nombre. Podemos prevenir, detectar y tratar el trauma infantil mediante:  

Esté atento a las señales de que su hijo necesita ayuda. Los síntomas del trauma son suficientes para iniciar una investigación y ver si algo anda mal.  

Trate de ayudar a su hijo a comprender qué sucedió y por qué.  

Primero, hazle saber a la otra persona que no es su culpa. Intenta que vuelva a la normalidad lo antes posible. Los acontecimientos traumáticos pueden hacer que perdamos el control, pero es más fácil recuperarlo cuando alguien nos guía. 

 Intenta cerrar el círculo de hechos ocurridos. Presentar sus respetos a alguien que ha fallecido, despedirse, escribir una carta a alguien que haya lastimado a un niño o cualquier otra cosa para cerrar la escena. Pasar tiempo con su hijo y realizar actividades relajantes puede ayudarlo a superar el trauma y fortalecer el vínculo entre ustedes.  

Proporcionar un ambiente saludable para los niños. Es muy importante prevenir consecuencias negativas y brindarles un entorno protegido para que puedan recuperarse mejor.  

Comuníquese con sus hijos y ofrézcales ayuda cuando quieran hablar, pero no los presione. Cuídate y cuida al niño o niña. A menudo somos los adultos los que más sufrimos y, para ser buenos defensores de nuestros hijos, debemos curar nuestras propias heridas. Si la situación se sale de control (lo que suele suceder), no dude en buscar ayuda profesional.  

Tanto para niños como para adultos, el mejor paso es recibir terapia para superar el trauma. El tratamiento se puede dar a niños o niñas de forma individual o acompañados de sus padres o tutores. De esta forma, el psicólogo o terapeuta le dará más consejos sobre cómo afrontar el proceso y brindará todo el apoyo al menor. Consejos para ayudar a los niños a superar el trauma 

Las experiencias traumáticas en la infancia pueden variar según el grupo de edad. La forma en que un niño experimenta el trauma y cómo lo absorbe es clave para afrontarlo de manera más eficaz. Dado que el trauma infantil es diferente para los adultos que para los bebés o los niños pequeños, aquí hay algunos consejos que funcionarán para cualquier grupo de edad: 

Niños hasta 2 años 

Los bebés son propensos a tener arrebatos emocionales y, si notan que las personas que los rodean en las que confían están nerviosas, se estresarán más y se traumatizarán más. Por ello, se recomienda mantener siempre la calma. Satisface las necesidades de tu bebé y le da una sensación de protección. Sostenlo en tus brazos, amortigua sus llantos, aliméntalo si es necesario o simplemente míralo a los ojos y háblale con dulzura y actitud positiva.  

Niños de 2 a 5 años 

Los niños en esta etapa no pueden hablar sobre las causas de su miedo, pero pueden explicarlo a su manera. Fíjate en cómo se comporta en determinadas situaciones, cómo se expresa durante el juego o cuando llora y pierde los estribos. 

 Los niños de entre 2 y 5 años 

 necesitan seguir rutinas diarias y recuperarse lo más rápido posible después de un evento traumático. Ayúdelos a superar el trauma con refuerzo positivo, mantenga un ambiente seguro y quédese con ellos cuando y durante el tiempo que lo necesiten.  

Niños de 6 a 12 años 

A esta edad, los niños ya pueden superar el trauma con la ayuda de expertos en psicología. Los padres podemos tener intimidad, pero es mejor abordar los problemas de forma profesional. Dales tiempo para estar con ellos y comunicarse, intenta hablar o explicarles lo sucedido, para que sientan que están protegidos y que eso que tanto temen no volverá a suceder. 

Niños mayores de 12 años 

Durante la adolescencia, entre los 12 y los 14 años, los niños viven una de las peores etapas. Pueden ocurrir problemas de retraimiento, agresión, enojo e incluso dejar o rechazar ayuda.  

Incluso cuando parece que no hay solución, es importante tener paciencia. Intenta hablar con ellos, enseñarles diferentes técnicas y por supuesto buscar ayuda profesional. Sea lo más abierto y flexible posible. Debes conocer este sentimiento porque tenías esa edad no hace mucho. 

Esperamos os sea de ayuda el post disfrutar mucho y cuidaros! Hasta la próxima! 

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