Nos encontramos en pleno otoño aunque el frío año a año parece que se resiste cada vez más en llegar, las mañanas y las noches ya son frías, no en vano el invierno se aproxima y empezamos a sacar la ropa de abrigo del armario.
Los que tenemos un bebé recién nacido en casa nos planteamos cuanto abrigar al pequeño, para nuestras madres y abuelas la ropa nunca es suficiente y envolverían al pequeño en capas y capas de abrigo. Cuidado, ¡no hay que exagerar! sobre todo cuando estamos dentro de casa con la calefacción puesta, tampoco conviene que suba en exceso la temperatura corporal del bebé, no sería el primero al que le sube la temperatura a más de 37º por estar abrigado en exceso.
A tener en cuenta a la hora de abrigar a un bebé
Lo que sí debemos tener en cuenta es que los recién nacidos no tienen apenas grasa y no son capaces de regular su temperatura corporal por lo que son más sensibles al frío y al calor que los adultos. Si a esto sumamos que en el exterior no se mueven no generan calor con el movimiento como nosotros.
Se suele decir que debemos abrigarlos con una capa más que nosotros y eso es lo que deberíamos hacer, no más, si hace tanto frío que los mayores agradecemos llevar gorro, guantes y bufanda, entonces se los pondremos también a él.
En cuanto a la burbuja de plástico que muchos papás ponen a los cochecitos, a veces cuando hace sol genera un efecto invernadero y los bebés pasan demasiado calor y se adormecen, por eso parecen tan tranquilos bajo la burbuja.
Lo mejor es cuando sale el sol y nosotros nos desabrigamos, debemos desabrigarlos también a ellos, podemos ponerles la mano en la frente y si vemos que están muy calientes o sudan quitarles ropa. Si el niño suda no conviene abrigarlo más para evitar que el sudor se enfríe sino todo lo contrario necesita recuperar su temperatura corporal normal. Si por el contrario el niño tiene frío se pondrá pálido y temblará, es su manera de manifestarlo.
Hay que tener cuidado no sólo en invierno sino también en verano con los cambios bruscos de temperatura ya que estos cambios son los que nos hacen más vulnerables a coger un catarro. Por eso no conviene tener la calefacción demasiado alta en el interior de la vivienda y abrigar correctamente al pequeño al salir. La temperatura correcta en el hogar debería ser de entre 20º – 22º y es necesario ventilarla bien todas las mañanas para renovar el aire. Así mismo hay que tener en cuenta que la calefacción reseca mucho las fosas nasales lo que puede dificultar su función protectora ante los microrganismos por lo que es necesario humidificar el ambiente. Para ello puedes utilizar un humificador que tendrás que limpiar a diario o bien colocar una toalla o recipiente cerámico con agua sobre el radiador.
En La Cestita del Bebé pensamos en la llegada del frío y por eso adaptamos nuestras canastillas de bebe y tartas de pañales a la llegada del mismo.
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Hola cariño, claro que quedarían preciosos los muñequitos y los patucos que hago en tus preciosidades de cestas y tartas de pañales. Ya sabes si te animas algún día me dices y hacemos colaboración.
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